jueves, 19 de abril de 2012

EXPRESION CORPORAL Y DANZA

Este es el video de la representación coreográfica realizada por todos los miembros de este equipo, mas varios compañeros más el título es "metAMORfosis" cuya temática es una crisis amorosa. Espero que os guste.

Esta actividad surge, por parte de la profesora, la cual nos da un folio que recoge unas palabras de Einstein sobre la crisis y tras leerlo, nos da a elegir dos tipos de música para abordar esta temática ambientada en lo que los miembros del grupo elijan, en nuestro caso, el amor. Este es el resultado


                   

REFLEXIÓN (Realizado  por Joel Palma)


Con la realización de este baile en la clase de expresión corporal hemos podido sentir y representar diversas sentimientos y emociones.

En nuestra representación hemos querido que nuestro baile tenga un sentido acorde con lo que expresa la canción, por lo que se refleja un cambio en la relación de la pareja, pasando por una crisis sentimental, comenzando unidos y  después, por diversas razones de la vida, la pareja ``se busca pero no se encuentra´´, pero al final se consigue arreglar sus problemas.
El vestuario ha sido escogido de esa manera, el grupo secundario de negro, y la pareja de rojo para resaltar la historia recreada. El baile cuenta con unos pasos diferenciados entre grupo y pareja y bailes conjuntos en los que todos participamos en una misma figura.

La elaboración de la composición del baile, ha sido una experiencia enriquecedora porque ves la progresión de todos los pasos y como juntándolos todos sale una danza con una cierta duración y con un sentido y forma muy gratificante, ya que, es como nosotros mismo quería que fuese.

Respecto al teatro fue una experiencia que nunca olvidaremos porque para muchos era la primera vez y esperemos que no sea la última, en subirnos a un escenario donde decenas de personas nos están viendo y aplaudiendo, por ello para finalizar queríamos dar las gracias a nuestra profesora Marta. A, por hacer el esfuerzo para que podamos utilizar el teatro, y por habernos hecho sentir estas sensaciones tan especiales, junto con nuestros compañeros de CCAFYDE que nunca olvidaremos.

REFLEXIÓN (Realizado por Josune Olier Mesonero)

La propuesta por parte de la docente (Marta Arévalo) de realizar nuestra composición en un teatro propiamente dicho y no en las salas donde normalmente se realizan todas nuestras prácticas, ha sido una experiencia totalmente gratificante porque las sensaciones que se vivencian son muy diferentes y está genial poder sentirlo por lo menos una vez.

El proceso de la creación de la coreografía ha sido complicado al ser tantos componentes en el equipo y todos con grandes ideas para poder realizar una coreografía lo más increible posible acorde a nuestras posibilidades, de ahí el realizar varias partes diferentes que al final acaban sincronizándose para realizar una coreografía grupal, pero el tiempo disponible para crear no nos acompañaba, ya que disponíamos de pocas clases y la cantidad de ideas era muy abundante, aun así el resultado no podría haber sido mejor y dudo que una experiencia como esta vuelva a repetirse en el transcurso de la carrera asi que agradecemos el esfuerzo de la profesora.


Referente al tema de formar grupos aleatorios, es decir, que no sean elegidos por los propios alumnos, en esta ocasión  ha sido muy positivo. El ejemplo más claro es Teresa, la alumna de Erasmus, ya que a medida que pasaban las clases la confianza era mayor y ella aportaba grandes  ideas para el grupo.


REFLEXIÓN (Realizado por Adrián Ortiz Gómez)



Una experiencia inolvidable. Esta frase quizá fue la que más escuche tras finalizar las actuaciones de Danza en el teatro  “La Galera” en Alcalá de Henares.
Por su puesto, para mí también lo fue. Debíamos montar una coreografía en muy poco tiempo para representarla en un escenario de un teatro ¡ANTE TODOS LOS ALUMNOS!. Quizá por esta y otras muchas razones que explicaré ahora “cundió el pánico”.
La coreografía empezó dándonos la profesora una hoja de Einstein cuyo tema principal era la superación de las crisis. Después de eso la profesora nos daría total libertad para sacar lo mejor de nosotros para interpretar y crear en el escenario esa crisis. Nuestro tema fue la crisis del amor quedando como título de nuestra coreografía “ metAMORfosis”. Todo esto se eligió el primer día aportando gran cantidad de ideas buenas de cómo podría ser la historia de nuestra coreografía.

Aquí ya pude ver lo que me iba a esperar para el resto de clases del montaje.
Yo ese día aporte ideas, pero principalmente observé el funcionamiento del grupo en el primer día. Vi como unos aportaban más ideas que otros cerrándose en sus ideas sin escuchar la de los demás. Vi como sin quererlo se formó la figura de “lideres”. Al principio todas las ideas eran buenas y tenían su sentido, pero nadie las apuntaba y no se avanzaba. Al ver esto decidí sacar una hoja e ir apuntando las ideas de cada miembro. Apunté todas las ideas, tanto de los que se los hacía menos caso como de los que se hacía más caso. Hubo un momento quizá que desperté “el darse cuenta de la persona” de cómo no escuchaba a los demás y solo se cerraba en sus ideas. Fue un momento en que uno de mis compañeros estaba dando sus ideas a todo el grupo y uno de “los lideres” le interrumpió hablando de su idea. En ese momento le dije que si por favor podría decirme la idea que estaba contando su compañera. Lo captó en seguida porque no sabía de que había hablado y ya a partir de ahí empezó a escuchar.

No estoy criticando el comportamiento de “los líderes” , ya que esta actitud salía de forma espontánea sin querer causar ninguna maldad ni marginación ante las ideas de los demás. Simplemente quería poner orden.

Tras muchas ideas de todos los miembros, en la hoja se vio un popurrí de ideas que se podían fusionar a una idea magnífica. La historia quedó así:
Una pareja de enamorados vive una relación amorosa monótona y aburrida (personajes de rojo) siendo estos los protagonistas. Luego aparecen factores ( personajes de negro) que son la crisis de la pareja. Esto podría haber ocasionado la ruptura sentimental de la pareja pero, lo que hace esta crisis es resurgir el amor y darse cuenta de lo mucho que se quieren. Así en este caso la crisis sería algo bueno ya que enciende esa “llama del amor” que parecía que se iba apagando.

Una historia preciosa ¿verdad?. Esa es nuestra historia pero lo bueno de estas coreografías es que cada espectador puede interpretar la coreografía a su forma. Puede trasmitir sentimientos y emociones muy distintas siendo lo bonito de la danza. Sin haber contado la historia al espectador podemos abrir su mente.

Todo esto fue el primer día y el segundo empezaron los nervios. Seguían apareciendo ideas sobre la historia ya resuelta y no nos poníamos en marcha para realizar los pasos mientras los demás grupos sí se ponían. Nos pusimos  casi terminando la clase y el choque de ideas se convirtió en un choque de líderes y del resto del grupo creando un pequeño bloqueo de la coreografía. Esto ocasionó los nervios de muchos de los integrantes del grupo al ver como los demás grupos avanzaban quedando pocos días para la actuación y nosotros solo teníamos 20 segundos de canción (yo era uno de los nerviosos).

El tercer día, a mi parecer, fue el mejor día ya que, al ver los choques que se habían producido dejamos más libertad de montaje creando más cohesión en el grupo. Un miembro del equipo y yo pensamos igual ese día, puesto que los dos en nuestra casa previamente habíamos descompuesto la canción en pulsos de “ochos” en folios, para saber las partes de la canción y hacerlo más fácil y dinámico a la hora del montaje.

Los protagonistas iban montando sus pasos por su cuenta mientras que los demás montábamos la coreografía de fondo. Avanzamos mucho pero, es verdad que al ser solo dos los personajes principales avanzaban mucho más deprisa que el resto del grupo que era ponerse de acuerdo 7 personas. Esto ocasionó también algún que otro enfado por nuestra lentitud o rapidez de los protagonistas. Seguían las comparaciones con los otros grupos de que íbamos más lentos que ellos pero ya se respiraba un aire de positivismo con frases como; “Vamos más lentos pero nuestra coreografía es más bonita y compleja que la de los demás. Tiene muchos más pasos.”.

Lo bonito es como nuestra situación se reflejó a la de la historia (sin el sentido amoroso). Como de una crisis que comenzamos se iba solucionando a medida que llegaba la hora de la actuación. Además que, de la crisis de la “lentitud”, nos sirvió como solución para el resto del montaje.

El cuarto día decidimos copiar los pasos de los protagonistas para avanzar más deprisa y sin complicaciones. Además la estética quedaba preciosa a la hora del montaje al pasar de estar a nuestro rollo a unificarnos como un solo grupo. Así conseguimos solucionar que los protagonistas no se enfadaran ni aburriesen al hacer ahora de coreógrafos de los siguientes pasos.

Por último decidimos terminar la coreo volviendo a nuestro rollo unos segundos, dejando el final con más protagonismo a los protagonistas.
Como he dicho, la crisis de la lentitud ayudó a montar más rápido el resto de la coreografía (reanimó la llama).

Hasta aquí quería llegar, ¡el día de la actuación!. Sin duda el mejor día. Por compararlo con la coreografía, como he hecho antes, fue el día que resurgió por completo la llama.
Se mostró la recompensa por todo el trabajo realizado ante todos nuestros compañeros. Esta experiencia fue la mejor para mí. El ver como al final lo conseguíamos habiendo pasado nuestros baches.

Mi conclusión es que cada uno de nosotros debería pasar alguna vez por un escenario. Es un cúmulo de satisfacción al ver como un trabajo laborioso y complejo has podido superarlo y podido demostrarlo ante un público.
Es verdad que normalmente en grupo es más difícil trabajar y para ello mi opinión es que siempre escuchéis y seáis escuchados. Ve más allá de la coreografía y explora los sentimientos de tus compañeros. He podido ver el interior de las personas, más allá de unos pasos rítmicos y he visto entusiasmo, emoción, ganas de trabajar y diversión.
La danza no es solo ritmo, es un sentimiento.

Especial reconocimiento a M. Arévalo por confiar en nosotros, a Amparo por prestarnos las instalaciones del teatro “La Galera” y su especial simpatía hacia nosotros y a Toño por su trabajo en sonido e iluminación muy bien realizado.
Adrián Ortiz Gómez